En España la enseñanza se ha basado principalmente en creer, memorizar, aprobar, tener en cuenta los resultados, etc. más que en reflexionar, analizar, dudar, criticar.... Esto ha dado y sigue dando a un pensamiento mágico más que a un pensamiento lógico y crítico.
A la hora de elegir algo o a alguien, si nos han educado en la creencia, nos guiamos más por nuestras emociones que por la reflexión.
Un pensamiento reflexivo es menos manipulable que un pensamiento mágico.